Apple Vision Pro, primeras impresiones: Este Futuro Pinta Espectacular

 Por supuesto que podíamos enviar correos desde el móvil antes de BlackBerry. Por descontado que podíamos usar aplicaciones antes del iPhone. Claro que había gente usando auriculares TWS antes de los AirPods. Y naturalmente que teníamos gafas de realidad aumentada antes de las Vision Pro. 



Estas son nuestras primeras impresiones (no un análisis final) de las Vision Pro, un dispositivo muy complicado de transmitir por imágenes: hay que experimentarlo, y os lo quiero contar de la mejor forma que sé.

Conectamos el cable a las Vision Pro, damos un cuarto de vuelta al conector para bloquearlo y encendemos el dispositivo. Nos ajustamos la correa… y si algo va mal, el casco nos avisará diciéndonos que nuestros ojos están demasiado cerca de la pantalla, por lo que debemos cambiar la talla de la almohadilla de sellado.

Luego, el software nos va guiando para hacer la calibración ocular. Simplemente hemos de mirar fijamente algunos puntos y hacer el gesto del pellizco mientras seguimos mirándolos. El proceso para registrar nuestro Apple ID y configurar la red WiFi no tuve que hacerlo en esta prueba, pero solo hace falta acercar nuestro iPhone o iPad para traspasar esa información.

La curva de aprendizaje para manejarse por el sistema es bajísima. Mucho más intuitiva de lo que nos parecía, a mí y a mis compañeros que también la estuvieron probando. Enseguida se asume la forma de mover y redimensionar ventanas a nuestro alrededor, o de hacer ciertas acciones como cambiar el volumen.

El campo de visión no es brillante. Asumí, por los videos promocionales de Apple que era mejor de lo que realmente es. Produce una sensación similar a la de mirar por unos prismáticos: se ve, y muy bien, pero la amplitud no equivale a la de nuestra mirada. Es algo que podemos asumir que será de lo primero que se revisará en una futura segunda generación.