Hay muchas características que diferencian un router de otro. Es por esto que sus precios pueden también variar enormemente, yendo desde los poco más de diez euros hasta más de doscientos. Sin embargo, no siempre la solución más óptima pasa por elegir el más caro. Porque a veces añaden características que no necesitarás para tu casa o porque la conexión que tienes contratada queda por debajo de las posibilidades del propio router.
Aquí entramos en el primer punto a comprobar: la velocidad máxima de conexión. Cada router dispone de una velocidad máxima que podrá ofrecernos, pero si nuestra tarifa de internet está por debajo será esta última el factor limitante. Nuestro consejo es que elijas un router con una velocidad máxima superior a tu actual, ya que en el futuro siempre podría mejorar.
De manera relacionada llegamos al siguiente punto; la cantidad de dispositivos que conectaremos. Hoy en día tenemos el ordenador, pero también el televisor, el móvil, la tablet, el portátil o la consola conectada. Cuantos más dispositivos, mejor deberá ser nuestro router para que pueda distribuir bien la señal.
Nuestra recomendación mínima sería apostar por un router con al menos 800Mbps (WiFi 802.11n) o de doble banda para aprovechar la banda 5 GHz.
Conviene que el router cuente con tecnologías como MU-MIMO y Beamforming, que mejoran la recepción de la señal con la orientación de la energía emitida por las antenas. Y los Puertos deben ser Gigabits para conectar con cableado Categoria6
Finalmente está el hardware del equipo. Qué procesador tiene y qué cantidad de memoria RAM incorpora. Cuanto mejor sea el hardware, más será la carga de trabajo que podrá soportar sin ralentizarse. Los nuevos routers con más de 512MB de RAM pueden gestionar numerosos usuarios simultáneos sin problemas.